Noticias de Actualidad del Metro de Sevilla

sábado, 23 de mayo de 2009

El niño que llora

En las historias del tranvía de Sevilla siempre se presenta el mismo entorno. Tarde o temprano se presenta el gusano pacifico por dentro e, inevitablemente, por fuera.

Hoy, ahora, alguien muy especial he entrado en la parada de correos. Bueno, vale, en la del Archivo de Indias.

En dirección al Prado entra MJ. con su carro. Si, si, MJ. , una de las antiguas musas de Constantino Carenado. Es ella con su complexión delicada, casi frágil, su cara de ángel y una espalda plana hasta los talones. Y el carro es de niño; de un niño pequeño; un niño de menos de un año. En cuanto entra en el espacio “gusanal” de ruedas metálicas y de acero, empieza a llorar.
Su llanto es sistemático, sistémico, incluso obstinado. Y después de dos minutos es pesado. En un llanto tremendo y constante.

MJ. intenta tranquilizar al pequeño pero no lo consigue mientras el metrocentro se mueve ella permanece de pie con el caro y su niño a la vera. Permanece cerca de una de las barras metálicas y verticales; tipo menir bruñido.

Ante el continuo e insaciable llanto muchas mujeres mayores y menores, y algunos jóvenes y viejos, se acercan a MJ. y al carro con el niño que llora.

¡Pero llorar!

Las mujeres del grupo que ha surgido intentan consolar al pequeño. Dos mujeres mayores, tres mujeres jóvenes, un anciano, y un joven. No caben más a la vera del carro ni en el sito. Entonces, solo entonces, una señora le dice a MJ.

¿Puedo coger al niño?
Y cuando coge el niño, el niño es de goma y los llantos son grabados. La señora más afectada, en primera instancia, mira a MJ. con rabia clara.
-¿Es esto una broma? ¡Hija!
- Es un experimento. Señora.Un experimento.
- ¡Un experimento! - levantando la mano para endiñar a MJ.-
Y, gracias a Dios, llega la parada de Puerta Jerez porque MJ. sale corriendo y deja el carro dentro con las personas que estaban preocupadas por el llanto desconsolado del “teórico” niño.

Un caballero, ante el evento, se acerca al carro y dice muy serio.
-Señora. Se trataba de un experimento social no de una broma. He estado grabando, desde el principio, todas sus actitudes y comportamientos.
- ¿Y ese experimento para que era?
- Para comprobar que aún hay algún tipo de solidaridad.
La señora mira al caballero después de lo dicho. Lo mira de nuevo redundando su incomoda queja y le dice, mientras el grupo de solidarios se va dispersando en el interior del tranvía:
- Quizás merezca la pena el experimento.
- Señora. Puedo decirle que lo merece. La solidaridad no ha muerto, solo está aletargada.
Un aplauso inunda reverberando el monovolumen de veinte metros de largo; inunda el tranvía de Sevilla. Veinte metros de largo por dos treinta de ancho; por dos cincuenta de alto inundados de emociones y aplausos. Parece que hay futuro todavía.

El Señor baja con el carro en el andén del Prado. M. J. viene andando y él va a su encuentro. Dentro de un rato estarán preparando el informe sociológico que les ha encargado una institución benéfica.
Cuando MJ. Y el hombre del carro se reencuentran ella comenta:
- Lo he pasado muy mal. Casi me cargo el papel.
- Todo ha ido bien y los registros son impresionantes –sonriendo satisfecho-.

Constantino Carenado.

viernes, 15 de mayo de 2009

"L" se moja en el tranvia

“L” es un hombre alto, ancho, con configuración fuerte y carácter puramente franco. Es tan sincero que no soporta la mentira; y es tan fiel a sus amigos y mujer que cuando huele tentaciones huye. Escapa, se marcha diciendo un rápido adiós.
“L” es un gran tipo, además del Manager de Constantino. O sea el Manager del que escribe esto. En base a este principio soy, ahora mismo, Constantino Pelota Encadenado. Pero no se lo digan a “L”. ¡Que no se entere!
“L” nunca había cogido el tranvía. Su curiosidad ha sido tan alta ,después de conocer el blog http://www.sevillametro.com/ ,que ha dejado su moto de puño solitario en casa.Como viene de lejos ha cogido primero el metro. El cielo, cuando entro en la estación, estaba libre y con nubes dispersas. Pero cuando, minutos después, sale en la parada del Prado…¡Esta lloviendo! .Entonces se pregunta a si mismo:
-¿Qué hago? ¿Lo cojo hasta puerta jerez?
- ¡Va! No llueve mucho.
Así, de esta manera, aparece “L” cerca del parque del Prado de San Sebastián. En cuanto pisa la acera con sus zapatos lisos comienza a llover como si toda el agua del año cayese en un minuto.Una Nube Negra y gigantesca esta sobre él, y solo sobre él, vaciándose. Sorprendido y sin protección acelera sus pies antes que su cuerpo. Pierde el equilibrio y desde su considerable altura cae de culo sobre el asfalto. Menos mal que ha salvado el borde de la acera. Ese borde que le habría dejado el culo marcado, pero menos mal que no lo ha hecho.
“L” se levanta como puede sobre un charco ya creado. La cantidad de agua absorbida por su ropa es de unos cinco litros. Litro más, litro menos.
-¡Cago en la leche! ¡Como me estoy poniendo!
Se acerca como puede al andén del tranvía, teniendo mucho cuidado al cruzar la avenida. Cuando está llegando a la parada del tranvía este está saliendo . Lo pierde irremediablemente y expele con su voz grave:
-¡Hoy no es mi día!
Su rostro se vuelve plano y serio. No puede ocultar su mosqueo. Una papelera próxima sufre un pequeño golpe de frustración. Cae desprendida al suelo y “L”, dos segundos después, la ubica en su lugar de origen.
-¡Uff! ¡Me he pasado!
Cuatro minutos tarda en llegar el siguiente tranvía. ¡Cuatros minutos ! Cuatro minutos mojados y eternos pero que, gracias a Dios y al tiempo, pasan. El tranvía llega, abre sus puertas y descarga al gentío. Tras la descarga todos los usuarios ,que estaban esperando, entran frenéticos a causa del agua. “L” deja detrás de sí un gran charco. Dada su altura tiene que agacharse un poco en la entrada. Aunque parece permitirle el acceso, no se fía. No puede olvidar un día en la feria de Abril ,un día en que dejó su frente en un dintel de chapa. Todavía recuerda el golpe en su amplio frontal. Así pues agacha un poco la cabeza al pasar por cualquier puerta ,y la del tranvia no va a ser menos.
Mira y remira el interior del vehículo. Lo mira hasta la saciedad. Lo vuelve a mirar. No hay ni un sitio vacío. Es imposible. No acaba de entenderlo porque; porque ha entrado de los primeros. Decide quedarse de pie en una de las articulaciones del gusano pacífico. Cuando el tranvía empieza a moverse ve que se ha colocado en el sitio de mayor y mejor visibilidad.
-¡Joder! Desde aquí no veo nada.
Se desplaza un poco chocando contra una abuela de pelo recogido.
- ¡Perdone señora!
Se pone un poco nervioso por el incidente mientras el móvil comienza a sonar muy activo:
-Ley H.P. La ley H.P. es muy sencilla. Cuando eres generoso con los demás…
“L” descuelga el teléfono nuevo y cuando va a llevárselo al oído se le resbala entre sus dedos ,cercanos al tamaño de gruesas zanahorias. El celular ,deslizándose y deslizado ,evoluciona por el aire hasta darle a un señor bajito, a que negarlo, en el cogote. “L” expele sin piedad:
- Me parece que me he puesto nervioso.
El señor se gira y grita:
- ¡Pero bueno! ¿Qué es esto?
Y recoge el teléfono del suelo. Su gran pantalla táctil expresa el planeta tierra y, debajo, el símbolo de un teléfono descolgado y, en la parte inferior derecha dicta: Abuelo.Una voz diminuta suena en la distancia:
- ¿L? ¿L? Estas hay L…Te llamo otra vez en un minuto. Adiós pequeñín.
El señor “agredido involuntariamente” recoge el móvil y dice a “L”:
- ¡Tendría que tener más cuidado!
- Ha sido un accidente – con inevitable cara de ajo porro-
El señor bajito mira a todos los lados posibles e imposibles. Contempla a la gente con cara de sorpresa diciendo sin decir: # Ha sido un accidente #.Malhumorado y con la mano apoyada en el sitio del impacto le pasa el móvil con comentario adherido:
- Tome. Torpe.
“L” no puede dejar de responder. Su rostro se invierte. Se pone como el día. Se convierte en un rostro gris.
-¿Cómo ha dicho?
Su voz grave retumba profunda e intensa en el tranvía. Solo se le escucha a él y el leve ruido del vehículo gusano en movimiento. El móvil suena de nuevo y nadie lo coge. El extraño tono de llamada dicta, mientras “L” respira con profundidad para bajar su tensión emocional:
-Ley H.P. La ley H.P. es muy sencilla. Cuando eres generoso con los demás no hay problemas, todo va bien. Pero cuando empiezas a exigir, o pedir algo a cambio, suelen empezar los problemas y las dificultades…Ley H.P…
“L” cuelga su celular y algo alterado mira a otro sitio en lugar de al pequeño ese. Expresa sincero:
- Pero ...Si ha sido un accidente.
Y la señora de pelo blanco le apoya incondicional.
- Por supuesto hijo. Por supuesto. Ese señor esta enfadado con el mundo. No le eches cuenta.
Una sabia sonrisa acaricia sin hacerlo a “L” , y “L” sonríe recíproco a la señora. Porque “L” es un buen tipo y entiende lo que otros no entienden. Está, a su manera, por encima de muchas estupideces. Suena de nuevo el móvil y, relajado, atiende a su amigo el Abuelo. Las cervezas van a ser de dos litros. Cervezas frescas y mojadas.

Constantino Carenado.

martes, 12 de mayo de 2009

Hasta siempre, Antonio Vega

Hoy hemos conocido el triste fallecimiento de Antonio Vega. Un tipo humilde y tímido, que nunca se ha mostrado en la tele más que para cantar, que es lo suyo. 

Intimo y personal como pocos, su música quedará para siempre. Con tan solo 51 añitos nos dice adios. Quizás a partir de ahora se empiece a ensalzar a este gran artista con grandes recopilatorios, pero para los que conocemos su música de antes ya empezamos a notar su ausencia. 

Hoy nos dice adios un grande de la música, y como no puedo expresarme de otra manera, disulpenme que lo saque en este blog del metro de sevilla, pero necesitaba darle este pequeño homenaje.

Seguramente ahora este allí en ese paraiso maravilloso que nos pintó con "El sitio de mi recreo"

Donde nos llevó la imaginación 
donde con los ojos cerrados 
se divisan infinitos campos 

Donde se creó Ia primera luz 
germinó la semilla del cielo azul 
volveré a ese lugar donde nací 

De sol, espiga y deseo 
son sus manos en mi pelo 
De nieve, huracán y abismos 
el sitio de mi recreo.



Hoy me ha sorprendido verlo hasta guapote interpretando "La Chica de ayer" con Nacha Pop. Luego el declive físico ha sido más que notable hasta este maldito cáncer que ha terminado con su vida. 



Otra genialidad de Antonio Vega, junto a otro monstruo de la música, Enrique Urquijo: "Desordenada habitación"



Aquí uno de mis últimos descubrimientos de Antonio Vega, "Pasa el Otoño".



Y para terminar comentaros que el mayor de los tesoros que nos ha dejado es su música y entre ellas la canción "Tesoros"



Os animo a que también dejeis algún recuerdo en este blog para Antonio y a que recomendeis alguna de sus canciones.

domingo, 3 de mayo de 2009

En el banquillo: Un metro de feria

Colas, parones, retrasos, estrecheces y records de viajeros son los hitos del Metro sevillano protagonizados durante los días de Feria 

Cargo
Se acusa a Ferrocarriles Andaluces y a la consejería de Obras Públicas de inaugurar un Metro absolutamente de Feria, una atracción más de la misma que por sus continuos desajustes horarios y reducida capacidad ha superado la paciencia de los usuarios.

Fiscal
Sentenció el alcalde, con esa visión bíblica que tiene para las profecías políticas, que esta Feria sería la del Metro. Y una vez más acertó. Acertó no en las dimensiones optimistas con las que se aventuraba a colocarse en las listas interminables de profetas de ocasión, sino en la medida de que, efectivamente, esta ha sido la Feria del Metro. Pero la del Metro de los atrasos, estrecheces, parones y chapuzas al uso. Sí, señores del jurado, esta Feria ha sido la del Metro. La del Metro que Sevilla se llevó esperando treinta años y que en la primera Feria de su vida ha defraudado a tantos y tantos usuarios como pusieron en él todas las esperanzas de ese sueño imposible llamado en Sevilla movilidad.

El Metro se mueve. Cuando le da la gana. Porque durante toda la Feria, en las casetas, el clamor entre los que vieron en este transporte la solución a sus desesperadazas inconexiones metropolitanas, ha sido esa: la insoportable frustración de un deseado y esperado sueño. Los comentarios, visiblemente afectados, eran de este tono: el Metro nos ha hecho esperar más de una hora. O el Metro pasaba de largo de la estación donde queríamos cogerlo. O en el Metro no se cabe. O es el Metro más caro del mundo y el más informal del universo. La gente esperaba un Metro. Y no una atracción de Feria como el grupo «Trianeando» lo ha calcado en una de sus sevillanas de la crisis. Esto no es un Metro señores del jurado. Esto es una bacalá de dimensiones propias de la segunda modernización juntera con la que, una vez más, se ha engañado a Sevilla.

Si tienen alguna duda sobre lo que este fiscal sostiene, será porque su conocimiento de la realidad es parcial o, en su defecto, engrosa usted las filas de los que se sienten inquebrantablemente adheridos a las profecías del alcalde. O, quizás, de los que valoran con extremada melancolía las atracciones feriales. Tenemos un Metro que ni es Metro ni es tranvía ni es ná de ná. Tenemos un cacharrito que se llena con dos colas extras y que, además, te pega unos plantones que aspiran a pasar a la Historia. Es Historia el plantón de Hendaya. Pues no quiero contarles cómo han sido los plantones a los usuarios en las estaciones de la Gran Plaza, Nervión, San Bernardo y el Prado. Pido desde aquí la condena de los responsables de tan inmerecida chapuza para Sevilla.

Defensa
¿Chapuza dice usted, señor Fiscal? ¿Se atreve a calificar de chapuza a un hito del transporte público que ha sido posible gracias al esfuerzo de la Consejería de Obras Públicas? Usted no es justo, señor fiscal. Usted hace juicios de valor guiados exclusivamente por una indesmayable aversión a los logros del socialismo andaluz. Es usted un irreprimible envidioso.

Envidia le da que haya sido el PSOE andaluz el responsable de este esfuerzo para mejorar la movilidad en Sevilla. Envidia le da que sea un partido progresista el firmante de una obra que ha sido posible solo y exclusivamente por la firme decisión del gobierno andaluz. Tenga claro, señor fiscal, que si no es por la Junta Sevilla no tiene ni este Metro ni otro. Se ponga usted como quiera ponerse.

Miren ustedes, señores del jurado, el Metro sevillano sufre las consecuencias de circunstancias eventuales como son los días masivos de Feria. Y es cierto que se han producido desajustes en horarios y un uso sobredimensionado de sus prestaciones. Pero eso no lo invalida como trasporte público que va a mejorar la vida de los sevillanos.

Es absolutamente falso que el Metro haya nacido pequeño. Que el Metro haya sido estrenado con las mangas cortas. Eso es una falacia propagada no por la gente llana en las casetas, como a usted le gustaría que fuera realmente. Sino por los voceros de la envidia, por los voceros mediáticos de los que sueñan con una Sevilla en otras manos. En esas manos que nunca hicieron nada por la ciudad. El Metro no es una atracción de Fería. Y lo que ha puesto de moda «Trianeando» en sus sevillanas de la crisis no deja de ser una caricatura humorística a la que tan sensible es la guasa sevillana. El Metro es una realidad espléndida.

Señores del jurado, para mí, este caso sobra. No existe caso alguno. Tan solo en la mente del fiscal, tan viciada por su tendencia política. No pido la exculpación de los acusados porque pienso que un Metro como el sevillano no puede ser sentado en ningún banquillo, so pena de creer en un mundo al revés, en un mundo donde la sed se calma por polvorones. Celebró con Sevilla el disfrute del Metro cuyas cifras de uso son un record absoluto que refrenda su tremenda acogida entre los sevillanos.

Sentencia 
Este tribunal condena a los responsables del Metro a entrar todos los días en la consejería de Obras Públicas cantando las sevillanas de la crisis y dejando el coche oficial para viajar en tan magnífico transporte que tiene desengañado a media Sevilla. Si son capaces de aguantar los plantones que han sufrido los usuarios puede que hasta le demos un bono especial para que disfruten de esta atracción de Feria.

Autor: J. FÉLIX MACHUCA 
Fuente: ABC