Noticias de Actualidad del Metro de Sevilla

martes, 6 de octubre de 2009

Defectos de la linea 1 del metro de Sevilla

Según mi opinión estos son los defectos que atañen a la ya operativa línea 1 del metro:

a) La falta de vagones se hace alarmante en épocas como Semana Santa y Feria. Si bien es cierto que el metro se inauguró prácticamente antes de Semana Santa, y que es de esperar que para el año que viene corrijan las deficiencias observadas en el presente año inaugural, la escasez de vagones para estas fechas han dejado en evidencia la gestión de nuestros dirigentes. Si sabían que aparte de esta línea del metro van a abrir otras 3 más no entiendo porque no han hecho esa inversión en vagones, que podrían utilizar en el futuro en esas nuevas líneas y que para fechas puntuales y tan señaladas en Sevilla podrían cubrir la ingente demanda. Yo intente coger el metro esta Feria y lo que había allí era inhumano.
b) Si te pasa que como a mí, en la pasada Feria, ves el metro lleno de gente y decides utilizar otro medio de transporte te van a cobrar igualmente aunque salgas en la misma estación en la que has entrado. Es muy fácil controlar esto, pero de momento se ve que no les interesa mejorar el sistema.
c) Si lo que se quiere es dar servicio al ciudadano justo antes de entrar y picar en la estación de metro debería haber algún cacharro de estos que te avisan de la hora a la que llega el siguiente tren a esa parada, pero claro esto choca con el afán recaudatorio del sistema, que prefiere que primero pagues y luego te informes del horario del siguiente tren.
d) Precisamente el tiempo que aparece en estos cacharros una vez que estás en la estación varia como le dá la gana y eso es lamentable porque ya han tenido tiempo suficiente para calibrar cuánto tarda un tren de una parada a otra.
e) No es el primer metro en el que me monto. He estado en Berlín, Estocolomo, Praga, Madrid, Barcelona, Valencia… Nunca he visto un metro con unas curvas tan pronunciadas como las tiene este, lo que en toda lógica afecta a la velocidad del mismo.
f) El horario del metro me parece demasiado reducido. Desde mi punto de vista en fines de semana debería cerrar a las 4 de la mañana por lo menos. Sé que a lo mejor no es un servicio rentable desde un punto de vista puramente económico, pero si un servicio social necesario que evitaría que la gente conduzca con unas copitas de más.

Estas son solo algunas de las críticas que se me ocurren sobre esta línea del metro. Seguro que vosotros teneis muchas más que me gustaría que fuerais incluyendo en este post.

domingo, 13 de septiembre de 2009

La estación de Puerta de Jerez entra en servicio

Puerta Jerez se convertirá en el segundo intercambiador modal de la Línea 1 de Metro de Sevilla, junto a la estación de San Bernardo.

La estación Puerta Jerez, centro neurálgico de la Línea 1 del Metro de Sevilla, entrará en servicio el próximo miércoles 16 de septiembre, día en el que el entorno del Paseo de Cristina quedará despejado una vez finalizadas las obras de reurbanización.

Según un comunicado de la consejeria de Obras Públicas y Transportes, dicha reurbanización se ha ejecutado de acuerdo con el diseño consensuado entre Ferrocarriles de la Junta de Andalucía y la Gerencia Municipal de Urbanismo de Sevilla e incorpora también las sugerencias de las asociaciones vecinales y comunidades de propietarios del entorno.

Puerta Jerez se convertirá en el segundo intercambiador modal de la Línea 1 de Metro de Sevilla, junto a la estación de San Bernardo, al confluir en la zona la estación de metro y las paradas del Tranvía (Metrocentro), autobuses urbanos, metropolitanos y del servicio público de bicicletas.

Con la puesta en servicio de la estación Puerta Jerez, los usuarios del ferrocarril metropolitano, cuyo trazado discurre por Mairena del Aljarafe, San Juan de Aznalfarache, Sevilla y Dos Hermanas, podrán acceder al centro histórico y comercial de la capital andaluza "en unos tiempos de viaje muy competitivos frente al vehículo privado", señala el comunicado.

Por otra parte, Puerta Jerez también jugarán un papel de centralidad en la atención a los usuarios del Metro, pues albergará en su vestíbulo principal las oficinas de información del Consorcio de Transportes de Sevilla y Metro de Sevilla, así como una oficina de la Policía Nacional.

En paralelo a la apertura de la estación Puerta Jerez, quedará concluida la obra civil y la reurbanización en superficie del trazado del Metro en Montequinto, al objeto de que a finales del presente mes se inicien las pruebas de circulación de trenes entre las estaciones de Condequinto y Olivar de Quintos para su entrada en servicio en noviembre, señala la consejería.

Fuente: Diario de Sevilla

martes, 16 de junio de 2009

Parada Inesperada

Me llamo Luisa González Lapa y soy primeriza. Acabo de tomar una decisión que no creo que tenga importancia. Como vivo en Montequinto y mi mejor amiga, que se llama Concha, en Ciudad Expo he decidido hace unos minutos ir a visitarla. No tengo, sinceramente, muchas ganas pero si no tomo las decisiones de esta manera, no tomo ninguna. Así que como mujer indecisa voy a coger la línea uno del metro, voy a dar dos saltos hasta llegar a Mairena del Aljarafe y en veinte minutos estaré allí. Estaré con Concha. Con mi amiga Concha.

Subo hasta la parada de Montequinto. Todo va bien. Aún no estoy cumplida hasta dentro de una semana. Estoy hasta los “ovarios” de estar en casa. Recargo el ticket porque está sin saldo. Es una puñetera tarjeta RCI, esa que las malas letras cuentan que llevaremos bajo la piel, algún día, para estar localizados e identificados en el “almacén de humanos” de nuestro planeta. Según ese rumor “futurológico”, pero rumor al fin y al cabo, con ese circuito bajo nuestra piel será posible estar localizados en todo momento, como si fuésemos bultos en un almacén global. Sinceramente si eso sucede algún día muchas cosas habrán cambiado. El que quiera podrá conocer la posición en el mundo de la persona que desee.
¡El que quiera!
Será estupendo, por las narices del profeta, que el que lo desee, o pague, pueda localizar nuestra posición en el planeta. Eso será libertad y será otra historia. Que orgullo…si ocurre.

Las puertas antisuicidas del metro se abren para Luisa y, casi a la par, se abren las del gusano. Tras dejar el paso suave a las personas, tardan poco en cerrarse. Rápidamente el gusano coge velocidad.
Mira que el vehículo es el mismo que el usado en el tranvía pero el tranvía es, claramente, un gusano pacífico y después de sentir el metro es un gusano estreñido o, quizás, reprimido.
El metro y el tranvía, siendo el mismo vehículo, no son lo mismo. Son historias distintas en caminos distintos con el mismo protagonista. Gusano Loco versus Gusano pacífico. Extraña dualidad. Siendo el mismo vehículo, el metro y el tranvía cambian como de la noche al día.
Luisa, sentada en uno de los sillones de plástico que la lleva en el sentido de la marcha, escucha por megafonía:

-Próxima parada Ner...on. At...en… parada.

Luisa no se entera de nada. La megafonía está ida. Estropeada. Algo inquieta pregunta a la persona que está al lado; a su vera:

-¿Qué ha dicho?
- Pues no sé. No me he enterado. No tengo ni idea. Pero pienso que ha dicho algo así como:
- “Próxima estación, Nervión”…
- Tenían que ponerle a usted a cargo de esto de la megafonía. – Ríen las dos-
- …pero la frase era más larga. – Continúan las risotadas –

El metro llega a Nervión, expele y toma pasajeros para continuar su sumergido camino de hierro. Retoma la marcha y antes de la siguiente parada comienza a detenerse mediante anárquicos espasmos hasta quedarse quieto. Un ruido de descarga, como si fuese un rayo, se escucha fuera; quedándose el metro quieto dentro de su túnel. Las luces, de momento, permanecen encendidas. La megafonía se activa.

- Per… mas…tos…mos…ma.

Las dos compañeras de viaje vuelven a hablar:

- ¿Qué pasa? ¿Has entendido algo?
- Yo que va. Es como si hubiese escuchado a un político. No he entendido nada.

Pese a la tontería ninguna se ríe. Las luces del metro se apagan. Se apagan las de fuera y se apagan las de dentro. Quedan en la oscuridad. En la más tremenda oscuridad. Normalmente todo va bien pero cuando las cosas se enredan siguen enredándose y continúan aunque no se quiera. A este proceso irreversible le llaman encadenamiento de la Ley de Murphy. Y hoy se está cumpliendo de nuevo. Sobre todo cuando Luisa, antes de tiempo y sin desearlo, comienza a tener contracciones y a los cinco minutos rompe aguas. Se quita los manchados pantalones de tubo. Su pequeño viene al mundo y lleva un cuarto de hora a oscuras dentro de un túnel del “p” metro.

-¡No es posible! ¡Ahora no!
- Madre. – Dice con calma la compañera de asiento- ¿Cómo te llamas?
- Luisa. Me llamo Luisa. Esto pinta mal. ¿Me va a ayudar? – Grita frenando el alarido-
- Te ayudaré Luisa. Tranquila. He tenido a dos pequeños. Te ayudaré. No estás sola.
- ¿Cómo te llamas? –pregunta Luisa a la compañera de asiento y, al paso que va, de parto. Luisa da un pequeño grito otra vez. Llegan las contracciones y sus amigos los dolores.-
- Me llamo Elena. Te ayudaré.
- Llama a una ambulancia, por favor.
- Un segundo. Pediré ayuda.

Elena empieza a dar vueltas por el metro solicitando un teléfono porque los suyos no tienen cobertura. Elena va contando la historia de boca en boca mientras Luisa jadea en la distancia. Elena llega y no llega. Luisa se tumba entre los sillones de plástico ocupando el pasillo central del vagón. Se aferra con los brazos a los sillones para desviar hacia ellos su dolor; las contracciones son más frecuentes. Luisa grita:

- ¡Elena! ¿Dónde estas?

Elena llega acompañada y presurosa. Llega respirando con cierta agonía o quizás cierta ansia. Luisa está aferrada a los dos sillones de plástico y apoyada en sus manchados pantalones de tubo.

- Luisa. El bebe viene. Nadie tiene cobertura pero he localizado a una ATS. Se llama Anna. Podemos ayudarte entre las dos.

Luisa con el miedo en su sangre y en sus huesos le pregunta a Anna sin protocolos ni procedimientos:

-¿Puedes ayudarme de verdad? –jadea-

Y Anna expresa:
- Por supuesto Luisa. Entre Elena y yo te ayudaremos. Yo soy enfermera y Elena es Auxiliar de clínica. Mantén la calma. Respira. Vuelve a respirar. Las dos hemos asistido a partos, sabemos de qué va esto. Calma Luisa. Respira. Vuelve a respirar. Así. Eso.

Luisa mira a Anna durante un instante eterno. Su mirada no deja de expresar su preocupación y su miedo. Luisa está asustada, incluso “acojonada”(es decir con las gónadas altas). No puede dejar de expresar su profundo miedo. Se siente estúpida y tonta. Podría haber hecho que viniese Concha a su casa. Y ahora por su ansia y aburrimiento…ahora esta pariendo en el metro. Entre queja y queja Luisa habla de nuevo.

- Esto me duele un montón. ¿Es normal? ¿Estoy dilatando?

Elena y Anna intervienen a la vez:

- Es normal.

Y Elena continua en silencio dejando la palabra a Anna. Elena, decidida, se quita la falda larga, blanca y recién puesta (entiéndase limpia), para colocarla debajo de Luisa. Mientras Anna habla, Elena se queda en bragas , usa su falda para colocarla debajo de Luisa , retira los pantalones de tubo de la parturienta que están manchados y ,sin pudor ni vergüenza ante su nueva situación, queda esperando instrucciones de Anna. El suelo está ahora más mullido y la falda hace de preservativo durante el parto que viene. Durante el parto que se les viene encima. Elena comienza a hablar cuando Anna ha terminado de tranquilizar a Luisa, de entretenerla con sus cómicas historias.

- Un parto es dolor. Si yo te contase. Yo di a luz sin epidural. Bueno, prácticamente sin epidural. Fue tremendo. Ya te contaré Luisa. Ya te contaré.

Y Luisa siguiendo la jugada responde entre contracción y dolor. Entre dolores y contracciones:

- Me parece – quejío- que –nuevo quejío- voy a parir –grita- sin epidural –grita de nuevo- sin espiral ni sus ¡Muelas! - grita con desesperación- ¡Dios Mío! ¡Ayúdame!
- ¡Ayúdame! -grita Luisa en su dolor-

Las luces siguen apagadas aunque Luisa esté dando a luz. Paradojas de las acepciones semánticas de luz y luces. Suele ocurrir esto, aunque no nos demos cuenta.
Anna, Elena y Luisa están juntas en medio del vagón de metro parado y oscuro. Están ciegas, se han estado iluminando con las luces de las pantallas de los móviles. Elena, que es muy resuelta, grita en el monovolumen de veinte metros.

- ¿Alguien tiene una linterna?

Y a los dos segundos repite de nuevo y con aire recién incorporado a su precioso pecho:

- ¿Alguien tiene una linterna? ¡Por favor! Alguien está pariendo en el metro.
- ¡¿Alguien tiene una linterna?! – Grita con fuerza otra vez-

Cuando esta disponiéndose a expeler otro grito, durante el momento de inspiración en que sus pechos destacan, alguien responde:

- ¡Yo! ¡Yo! tengo luz.
- ¿Una linterna?
- Tengo luz.
- Pero ¿Qué luz?
- Un móvil con linterna. ¡Señora! Voy pá allá.

Una intensa luz blanca de led, en lugar de bombilla, se acerca trepidante hacia Elena. Sombras, perfiles y bragas improvisadas se marcan. Formas intensas mientras el caballero se acerca a ella y ella al caballero.
Elena, que no es lesbiana precisamente, piensa un poco dentro de si: "¿Estará bueno el tío?" Y el tío que llega es gordo; pero, al menos, no es apestoso. Huele hasta bien. Humm “Huele a tabaco dulce” Y pensando esto Elena le comenta decidida:

- Por aquí. Por favor. Estamos cerca.
- Ya oigo los alaridos de la parturienta. Tranquila. Soy el conductor del metro.
- Es verdad. ¿Ha avisado a la ambulancia?
- Está esperando en la parada de Nervión. Iremos hacia allí cuando vuelva el fluido eléctrico.
- ¿Y cuando será eso?
- No lo sé. No lo sé.

Cuando arriban a la posición Anna comenta sinceramente a Elena:

- Aún tenemos poca luz.
- Te lo resolveré ¿Cómo va eso Luisa? –Mirando sonriente a la excompañera de asiento-
- Va…Creo que estoy dilatando – y un alarido pulsante inunda oídos y tímpanos cercanos –

Luisa no puede dejar de expresar su dolor. Anna le da un beso a la frente a la cercana mamá y expresa decidida:

- Ten calma. Respira. Ya llega tu pequeño.

Elena tiene una idea para aumentar la iluminación del parto que se aproxima inexorable en la oscuridad de un túnel del metro sevillano. Aunque las luces de emergencia iluminan tenuemente el túnel; dentro del vehículo la iluminación es nula porque no tiene instaladas, aún, las lámparas de emergencia. Decidida comienza a recolectar móviles de pantalla grande. Le explica a cada usuario que la intención es iluminar el parto con el mayor número de móviles. Las personas acceden sin tapujos, algunas se unen porque Elena solo puede mantener encendidos un terminal en cada mano. A los pocos minutos un montón de manos con móviles iluminados enfocan el parto de Luisa. Luisa que está muy consciente no puede dejar de decir:

- Que parto tan concurrido. Coño.

Los oyentes de su comentario no pueden dejar de sonreír. Algunos y algunas hasta se ríen a carcajadas. El proceso continúa con normalidad y la cabeza del pequeño empieza a aparecer. Casi todos dejan de respirar durante varios minutos. Respiran y algún susurro expresa:

- Mirad. Ya llega.

Y del escondrijo vertical, animal y natural, casi perfecto, va saliendo el bebe. Un bebe que es niña. Y la niña va a manos de Anna que la ayuda en el transito de su llegada al mundo. La perfecta enfermera recoge a la pequeña que empieza a llorar en el momento que la coge en sus manos. Corta el cordón umbilical con unas tijeras de manicura del bolso gigantesco de Elena. Luisa mira a su pequeña y respira profundamente relajada. Anna, que ya ha cortado el cordón umbilical, le deja unos minutos la niña a su madre. Luisa abraza a su pequeña cubierta por otra falda rosa de alguna mujer próxima. Otra mujer que ha decidido quedarse en bragas. La nueva madre emocionada llora mientras tiene a su pequeña en brazos. Todos comparten ese momento con mágica intensidad. Comparten un momento único para cada uno de nosotros. Comparten la llegada de un nuevo ser humano. Una llegada que la naturaleza, pase lo que pase después, provoca y sugiere a los progenitores independientemente de su relación estable o no. Luisa asciende a su hija sobre su pecho y le pregunta.

- ¿Qué nombre te pongo? ¿Qué nombre te pongo pequeña? ¿Qué nombre quieres?

Las luces se encienden de nuevo. El metro comienza a moverse lentamente hacia la estación de Nervión. Todos los presentes retiran los celulares. Un jaleo de alegría multitudinaria inunda el volumen. Luisa mira a la pequeña de nuevo y dicta irreversiblemente:

- Te llamaré Luz. Si. Solamente Luz. ¡Luz!

La coyuntura presenta a la pequeña Luz cogida por su madre. Anna cerca de Luisa esperando la placenta. Elena devolviendo los móviles a los propietarios que solo dejaron el terminal y no participaron en la iluminación del acontecimiento. La mayoría de las personas dejan espacio alrededor de Luisa con su pequeña Luz en los brazos. Un montón de móviles, que han recuperado la cobertura, empiezan a sonar con mensajes y llamadas realizadas que no dejaron ningún mensaje. Durante unos segundos el vagón se convierte en una feria. Más aún si observamos a Elena y “Ricitos de oro” que han donado sus faldas y están en bragas. Menos mal que son blancas y no dejan ver mucho. Menos mal.
En la estación de Nervión para el metro “maternidad”. Hay varias ambulancias. Luisa sigue en el suelo con su pequeña; ya ha expulsado la placenta. Anna habla con la médico de urgencias. Tras unos minutos salen del vehículo “maternidad” Luisa con su Luz en la camilla. Anna con su fina cara a la vera sujetando en una mano la placenta rodeada por la falda blanca y plegada. Elena y “Ricitos de oro” con mantas haciendo las funciones de faldas. La médica de la ambulancia admite que las cuatro, bueno cinco contando a Luz, mujeres suban a la ambulancia. La parturienta esta bien y después del lugar del parto puede permitir que suban las mujeres en la parte de atrás de la ambulancia. Anna le ofrece la placenta a la médico para que valore si está completa o puede quedar algo, todavía, en el útero.

La ambulancia sale desde la estación de Nervión. Sale con Luisa, Luz –su hija-, Anna-la matrona-, Elena-la auxiliar de parto, iluminación y donante de falda- , Ricitos de Oro –solo donante de falda- y el personal de la ambulancia.

El hospital Virgen del Rocío Está cerca. Y allí llegan.En el camino Elena cuenta como salvó a un niño de la asfixia hace muchos años. Explica que le encanta ayudar a la gente. Anna la secunda y apoya con empatía porque por eso ejerce su profesión. Ricitos de Oro sonríe simplemente y Luisa; Luisa les dice a todas.

-Gracias. Muchas gracias de mi parte y de la pequeña Luz.

La pequeña Luz sonríe por primera vez en su vida. Todo ha ido bien. Menos mal. Ríen y respiran juntas en la ambulancia que llega.

Constantino Carenado, o Alberto Real.

sábado, 23 de mayo de 2009

El niño que llora

En las historias del tranvía de Sevilla siempre se presenta el mismo entorno. Tarde o temprano se presenta el gusano pacifico por dentro e, inevitablemente, por fuera.

Hoy, ahora, alguien muy especial he entrado en la parada de correos. Bueno, vale, en la del Archivo de Indias.

En dirección al Prado entra MJ. con su carro. Si, si, MJ. , una de las antiguas musas de Constantino Carenado. Es ella con su complexión delicada, casi frágil, su cara de ángel y una espalda plana hasta los talones. Y el carro es de niño; de un niño pequeño; un niño de menos de un año. En cuanto entra en el espacio “gusanal” de ruedas metálicas y de acero, empieza a llorar.
Su llanto es sistemático, sistémico, incluso obstinado. Y después de dos minutos es pesado. En un llanto tremendo y constante.

MJ. intenta tranquilizar al pequeño pero no lo consigue mientras el metrocentro se mueve ella permanece de pie con el caro y su niño a la vera. Permanece cerca de una de las barras metálicas y verticales; tipo menir bruñido.

Ante el continuo e insaciable llanto muchas mujeres mayores y menores, y algunos jóvenes y viejos, se acercan a MJ. y al carro con el niño que llora.

¡Pero llorar!

Las mujeres del grupo que ha surgido intentan consolar al pequeño. Dos mujeres mayores, tres mujeres jóvenes, un anciano, y un joven. No caben más a la vera del carro ni en el sito. Entonces, solo entonces, una señora le dice a MJ.

¿Puedo coger al niño?
Y cuando coge el niño, el niño es de goma y los llantos son grabados. La señora más afectada, en primera instancia, mira a MJ. con rabia clara.
-¿Es esto una broma? ¡Hija!
- Es un experimento. Señora.Un experimento.
- ¡Un experimento! - levantando la mano para endiñar a MJ.-
Y, gracias a Dios, llega la parada de Puerta Jerez porque MJ. sale corriendo y deja el carro dentro con las personas que estaban preocupadas por el llanto desconsolado del “teórico” niño.

Un caballero, ante el evento, se acerca al carro y dice muy serio.
-Señora. Se trataba de un experimento social no de una broma. He estado grabando, desde el principio, todas sus actitudes y comportamientos.
- ¿Y ese experimento para que era?
- Para comprobar que aún hay algún tipo de solidaridad.
La señora mira al caballero después de lo dicho. Lo mira de nuevo redundando su incomoda queja y le dice, mientras el grupo de solidarios se va dispersando en el interior del tranvía:
- Quizás merezca la pena el experimento.
- Señora. Puedo decirle que lo merece. La solidaridad no ha muerto, solo está aletargada.
Un aplauso inunda reverberando el monovolumen de veinte metros de largo; inunda el tranvía de Sevilla. Veinte metros de largo por dos treinta de ancho; por dos cincuenta de alto inundados de emociones y aplausos. Parece que hay futuro todavía.

El Señor baja con el carro en el andén del Prado. M. J. viene andando y él va a su encuentro. Dentro de un rato estarán preparando el informe sociológico que les ha encargado una institución benéfica.
Cuando MJ. Y el hombre del carro se reencuentran ella comenta:
- Lo he pasado muy mal. Casi me cargo el papel.
- Todo ha ido bien y los registros son impresionantes –sonriendo satisfecho-.

Constantino Carenado.

viernes, 15 de mayo de 2009

"L" se moja en el tranvia

“L” es un hombre alto, ancho, con configuración fuerte y carácter puramente franco. Es tan sincero que no soporta la mentira; y es tan fiel a sus amigos y mujer que cuando huele tentaciones huye. Escapa, se marcha diciendo un rápido adiós.
“L” es un gran tipo, además del Manager de Constantino. O sea el Manager del que escribe esto. En base a este principio soy, ahora mismo, Constantino Pelota Encadenado. Pero no se lo digan a “L”. ¡Que no se entere!
“L” nunca había cogido el tranvía. Su curiosidad ha sido tan alta ,después de conocer el blog http://www.sevillametro.com/ ,que ha dejado su moto de puño solitario en casa.Como viene de lejos ha cogido primero el metro. El cielo, cuando entro en la estación, estaba libre y con nubes dispersas. Pero cuando, minutos después, sale en la parada del Prado…¡Esta lloviendo! .Entonces se pregunta a si mismo:
-¿Qué hago? ¿Lo cojo hasta puerta jerez?
- ¡Va! No llueve mucho.
Así, de esta manera, aparece “L” cerca del parque del Prado de San Sebastián. En cuanto pisa la acera con sus zapatos lisos comienza a llover como si toda el agua del año cayese en un minuto.Una Nube Negra y gigantesca esta sobre él, y solo sobre él, vaciándose. Sorprendido y sin protección acelera sus pies antes que su cuerpo. Pierde el equilibrio y desde su considerable altura cae de culo sobre el asfalto. Menos mal que ha salvado el borde de la acera. Ese borde que le habría dejado el culo marcado, pero menos mal que no lo ha hecho.
“L” se levanta como puede sobre un charco ya creado. La cantidad de agua absorbida por su ropa es de unos cinco litros. Litro más, litro menos.
-¡Cago en la leche! ¡Como me estoy poniendo!
Se acerca como puede al andén del tranvía, teniendo mucho cuidado al cruzar la avenida. Cuando está llegando a la parada del tranvía este está saliendo . Lo pierde irremediablemente y expele con su voz grave:
-¡Hoy no es mi día!
Su rostro se vuelve plano y serio. No puede ocultar su mosqueo. Una papelera próxima sufre un pequeño golpe de frustración. Cae desprendida al suelo y “L”, dos segundos después, la ubica en su lugar de origen.
-¡Uff! ¡Me he pasado!
Cuatro minutos tarda en llegar el siguiente tranvía. ¡Cuatros minutos ! Cuatro minutos mojados y eternos pero que, gracias a Dios y al tiempo, pasan. El tranvía llega, abre sus puertas y descarga al gentío. Tras la descarga todos los usuarios ,que estaban esperando, entran frenéticos a causa del agua. “L” deja detrás de sí un gran charco. Dada su altura tiene que agacharse un poco en la entrada. Aunque parece permitirle el acceso, no se fía. No puede olvidar un día en la feria de Abril ,un día en que dejó su frente en un dintel de chapa. Todavía recuerda el golpe en su amplio frontal. Así pues agacha un poco la cabeza al pasar por cualquier puerta ,y la del tranvia no va a ser menos.
Mira y remira el interior del vehículo. Lo mira hasta la saciedad. Lo vuelve a mirar. No hay ni un sitio vacío. Es imposible. No acaba de entenderlo porque; porque ha entrado de los primeros. Decide quedarse de pie en una de las articulaciones del gusano pacífico. Cuando el tranvía empieza a moverse ve que se ha colocado en el sitio de mayor y mejor visibilidad.
-¡Joder! Desde aquí no veo nada.
Se desplaza un poco chocando contra una abuela de pelo recogido.
- ¡Perdone señora!
Se pone un poco nervioso por el incidente mientras el móvil comienza a sonar muy activo:
-Ley H.P. La ley H.P. es muy sencilla. Cuando eres generoso con los demás…
“L” descuelga el teléfono nuevo y cuando va a llevárselo al oído se le resbala entre sus dedos ,cercanos al tamaño de gruesas zanahorias. El celular ,deslizándose y deslizado ,evoluciona por el aire hasta darle a un señor bajito, a que negarlo, en el cogote. “L” expele sin piedad:
- Me parece que me he puesto nervioso.
El señor se gira y grita:
- ¡Pero bueno! ¿Qué es esto?
Y recoge el teléfono del suelo. Su gran pantalla táctil expresa el planeta tierra y, debajo, el símbolo de un teléfono descolgado y, en la parte inferior derecha dicta: Abuelo.Una voz diminuta suena en la distancia:
- ¿L? ¿L? Estas hay L…Te llamo otra vez en un minuto. Adiós pequeñín.
El señor “agredido involuntariamente” recoge el móvil y dice a “L”:
- ¡Tendría que tener más cuidado!
- Ha sido un accidente – con inevitable cara de ajo porro-
El señor bajito mira a todos los lados posibles e imposibles. Contempla a la gente con cara de sorpresa diciendo sin decir: # Ha sido un accidente #.Malhumorado y con la mano apoyada en el sitio del impacto le pasa el móvil con comentario adherido:
- Tome. Torpe.
“L” no puede dejar de responder. Su rostro se invierte. Se pone como el día. Se convierte en un rostro gris.
-¿Cómo ha dicho?
Su voz grave retumba profunda e intensa en el tranvía. Solo se le escucha a él y el leve ruido del vehículo gusano en movimiento. El móvil suena de nuevo y nadie lo coge. El extraño tono de llamada dicta, mientras “L” respira con profundidad para bajar su tensión emocional:
-Ley H.P. La ley H.P. es muy sencilla. Cuando eres generoso con los demás no hay problemas, todo va bien. Pero cuando empiezas a exigir, o pedir algo a cambio, suelen empezar los problemas y las dificultades…Ley H.P…
“L” cuelga su celular y algo alterado mira a otro sitio en lugar de al pequeño ese. Expresa sincero:
- Pero ...Si ha sido un accidente.
Y la señora de pelo blanco le apoya incondicional.
- Por supuesto hijo. Por supuesto. Ese señor esta enfadado con el mundo. No le eches cuenta.
Una sabia sonrisa acaricia sin hacerlo a “L” , y “L” sonríe recíproco a la señora. Porque “L” es un buen tipo y entiende lo que otros no entienden. Está, a su manera, por encima de muchas estupideces. Suena de nuevo el móvil y, relajado, atiende a su amigo el Abuelo. Las cervezas van a ser de dos litros. Cervezas frescas y mojadas.

Constantino Carenado.

martes, 12 de mayo de 2009

Hasta siempre, Antonio Vega

Hoy hemos conocido el triste fallecimiento de Antonio Vega. Un tipo humilde y tímido, que nunca se ha mostrado en la tele más que para cantar, que es lo suyo. 

Intimo y personal como pocos, su música quedará para siempre. Con tan solo 51 añitos nos dice adios. Quizás a partir de ahora se empiece a ensalzar a este gran artista con grandes recopilatorios, pero para los que conocemos su música de antes ya empezamos a notar su ausencia. 

Hoy nos dice adios un grande de la música, y como no puedo expresarme de otra manera, disulpenme que lo saque en este blog del metro de sevilla, pero necesitaba darle este pequeño homenaje.

Seguramente ahora este allí en ese paraiso maravilloso que nos pintó con "El sitio de mi recreo"

Donde nos llevó la imaginación 
donde con los ojos cerrados 
se divisan infinitos campos 

Donde se creó Ia primera luz 
germinó la semilla del cielo azul 
volveré a ese lugar donde nací 

De sol, espiga y deseo 
son sus manos en mi pelo 
De nieve, huracán y abismos 
el sitio de mi recreo.



Hoy me ha sorprendido verlo hasta guapote interpretando "La Chica de ayer" con Nacha Pop. Luego el declive físico ha sido más que notable hasta este maldito cáncer que ha terminado con su vida. 



Otra genialidad de Antonio Vega, junto a otro monstruo de la música, Enrique Urquijo: "Desordenada habitación"



Aquí uno de mis últimos descubrimientos de Antonio Vega, "Pasa el Otoño".



Y para terminar comentaros que el mayor de los tesoros que nos ha dejado es su música y entre ellas la canción "Tesoros"



Os animo a que también dejeis algún recuerdo en este blog para Antonio y a que recomendeis alguna de sus canciones.

domingo, 3 de mayo de 2009

En el banquillo: Un metro de feria

Colas, parones, retrasos, estrecheces y records de viajeros son los hitos del Metro sevillano protagonizados durante los días de Feria 

Cargo
Se acusa a Ferrocarriles Andaluces y a la consejería de Obras Públicas de inaugurar un Metro absolutamente de Feria, una atracción más de la misma que por sus continuos desajustes horarios y reducida capacidad ha superado la paciencia de los usuarios.

Fiscal
Sentenció el alcalde, con esa visión bíblica que tiene para las profecías políticas, que esta Feria sería la del Metro. Y una vez más acertó. Acertó no en las dimensiones optimistas con las que se aventuraba a colocarse en las listas interminables de profetas de ocasión, sino en la medida de que, efectivamente, esta ha sido la Feria del Metro. Pero la del Metro de los atrasos, estrecheces, parones y chapuzas al uso. Sí, señores del jurado, esta Feria ha sido la del Metro. La del Metro que Sevilla se llevó esperando treinta años y que en la primera Feria de su vida ha defraudado a tantos y tantos usuarios como pusieron en él todas las esperanzas de ese sueño imposible llamado en Sevilla movilidad.

El Metro se mueve. Cuando le da la gana. Porque durante toda la Feria, en las casetas, el clamor entre los que vieron en este transporte la solución a sus desesperadazas inconexiones metropolitanas, ha sido esa: la insoportable frustración de un deseado y esperado sueño. Los comentarios, visiblemente afectados, eran de este tono: el Metro nos ha hecho esperar más de una hora. O el Metro pasaba de largo de la estación donde queríamos cogerlo. O en el Metro no se cabe. O es el Metro más caro del mundo y el más informal del universo. La gente esperaba un Metro. Y no una atracción de Feria como el grupo «Trianeando» lo ha calcado en una de sus sevillanas de la crisis. Esto no es un Metro señores del jurado. Esto es una bacalá de dimensiones propias de la segunda modernización juntera con la que, una vez más, se ha engañado a Sevilla.

Si tienen alguna duda sobre lo que este fiscal sostiene, será porque su conocimiento de la realidad es parcial o, en su defecto, engrosa usted las filas de los que se sienten inquebrantablemente adheridos a las profecías del alcalde. O, quizás, de los que valoran con extremada melancolía las atracciones feriales. Tenemos un Metro que ni es Metro ni es tranvía ni es ná de ná. Tenemos un cacharrito que se llena con dos colas extras y que, además, te pega unos plantones que aspiran a pasar a la Historia. Es Historia el plantón de Hendaya. Pues no quiero contarles cómo han sido los plantones a los usuarios en las estaciones de la Gran Plaza, Nervión, San Bernardo y el Prado. Pido desde aquí la condena de los responsables de tan inmerecida chapuza para Sevilla.

Defensa
¿Chapuza dice usted, señor Fiscal? ¿Se atreve a calificar de chapuza a un hito del transporte público que ha sido posible gracias al esfuerzo de la Consejería de Obras Públicas? Usted no es justo, señor fiscal. Usted hace juicios de valor guiados exclusivamente por una indesmayable aversión a los logros del socialismo andaluz. Es usted un irreprimible envidioso.

Envidia le da que haya sido el PSOE andaluz el responsable de este esfuerzo para mejorar la movilidad en Sevilla. Envidia le da que sea un partido progresista el firmante de una obra que ha sido posible solo y exclusivamente por la firme decisión del gobierno andaluz. Tenga claro, señor fiscal, que si no es por la Junta Sevilla no tiene ni este Metro ni otro. Se ponga usted como quiera ponerse.

Miren ustedes, señores del jurado, el Metro sevillano sufre las consecuencias de circunstancias eventuales como son los días masivos de Feria. Y es cierto que se han producido desajustes en horarios y un uso sobredimensionado de sus prestaciones. Pero eso no lo invalida como trasporte público que va a mejorar la vida de los sevillanos.

Es absolutamente falso que el Metro haya nacido pequeño. Que el Metro haya sido estrenado con las mangas cortas. Eso es una falacia propagada no por la gente llana en las casetas, como a usted le gustaría que fuera realmente. Sino por los voceros de la envidia, por los voceros mediáticos de los que sueñan con una Sevilla en otras manos. En esas manos que nunca hicieron nada por la ciudad. El Metro no es una atracción de Fería. Y lo que ha puesto de moda «Trianeando» en sus sevillanas de la crisis no deja de ser una caricatura humorística a la que tan sensible es la guasa sevillana. El Metro es una realidad espléndida.

Señores del jurado, para mí, este caso sobra. No existe caso alguno. Tan solo en la mente del fiscal, tan viciada por su tendencia política. No pido la exculpación de los acusados porque pienso que un Metro como el sevillano no puede ser sentado en ningún banquillo, so pena de creer en un mundo al revés, en un mundo donde la sed se calma por polvorones. Celebró con Sevilla el disfrute del Metro cuyas cifras de uso son un record absoluto que refrenda su tremenda acogida entre los sevillanos.

Sentencia 
Este tribunal condena a los responsables del Metro a entrar todos los días en la consejería de Obras Públicas cantando las sevillanas de la crisis y dejando el coche oficial para viajar en tan magnífico transporte que tiene desengañado a media Sevilla. Si son capaces de aguantar los plantones que han sufrido los usuarios puede que hasta le demos un bono especial para que disfruten de esta atracción de Feria.

Autor: J. FÉLIX MACHUCA 
Fuente: ABC

jueves, 30 de abril de 2009

Al borde de entrar al metro

Por increible que parezca, a pesar de tener esta página sobre el metro de Sevilla, todavía no lo he catado. Ayer, me las prometía muy felices e intenté cogerlo en la parada de Nervión, sobre las 7 de la tarde, hora en la que no se prevee en principio que sea de mucho movimiento. 

Pasaron tres trenes, todos ellos cargaditos de viajeros. La gente (unos pocos valientes), a pesar del colapso, entraban a piñón para convertir el habitáculo en una lata de sardinas hermeticamente cerrada.

Yo me negué al encorsetamiento y decidí ir en taxi para la feria, que al final demostró ser una opción muy rápida y sin dolor. 

Para los que quieran elegir la ya descartada para mi opción del metro, una recomendación:
Si no conseguis cogerlo, porque está hasta arriba, siempre os queda la posibilidad de cogerlo en dirección contraria y luego hacer la vuelta sin bajaros del tren.

Y también un aviso, si os pasa como a mi que entrais en la estación y pasais de cogerlo por saturación, os van a cobrar igualmente el precio del billete para cero saltos.

Por último de forma ilustrativa os pongo este video de chinos en el metro y ya os podeis hacer el cuerpo de lo que es coger el metro en sevilla en esta feria 2009.




miércoles, 29 de abril de 2009

Cerca de la última parada.

Jai puede parecer un grito de artes marciales, o puede parecer un simple saludo, o quizás se puede entender como el diminutivo de algún nombre habitual, pero en esta ocasión Jai es, sencillamente, el protagonista de esta nueva historia del metrocentro Sevillano. No se trata de un hombre especialmente atractivo ni feo. Es un hombre normal con el hábito normal de ir a trabajar por la mañana temprano. Ha cogido el tranvía en Plaza Nueva para bajarse en Puerta Jerez y, desde allí, coger el metro para ir de compras a las proximidades de Ciudad Expo.Hoy es su día libre.

Jai se siente hoy impresionante, se ha puesto sus lentillas y la sonrisa y él son una sola entidad. Ha pasado su tarjeta del consorcio de transportes que le ha descontando, del saldo disponible, el precio del billete. Decide colocarse en el centro del vehículo y elige un asiento abatible, de esos que hacen un ruido espantoso cuando se sueltan de golpe. Los que están en la zona de minusválidos. Jai, con rostro alegre y con cara de amigos, saluda a una chavala de una constructora y recibe una respuesta afable y distante; porque se fue alejando de él hasta colocarse a la distancia suficiente para evitar la charla. Jai, dentro de sí, espetó diciendo:

-# No pasa nada #

La última puerta del tranvía empezó a cerrarse con el pitido de salida. Se quedó un segundo entreabierta. Con premura aterrizó una morena de uno setenta, ochenta, sesenta, ochenta y otros números indecibles; otros números mudos. Ya dentro del gusano buscó un asiento y vio el que estaba a la vera de Jai. Y hacia el fue. Hacia el asiento. Jai en otras condiciones se habría ruborizado, pero no lo hizo porque estaba muy bien consigo mismo. Así pues morenaza se sentó a su vera e inicio, dirigiéndose a él y a nadie más, la conversación.

-Siempre con prisa. Estoy harta

Y Jai le fue a la Zaga.

-Así son nuestros tiempos. Calma.
- Gracias. Tengo que ir de compras y no tengo mucho tiempo.
-¿Y eso?
- Pues ya ves. Las cosas.
- No deberías dejar de sonreír. ¿Has visto el día tan bonito que tenemos?

Los dos giraron sus cuellos y cabezas hacia la ventana que tienen a su espalda. Un cielo luminoso, con nubes dispersas y azul, conquistó sus miradas. Jai no pudo dejar de comentar en su disfrute:

-Sabes. Solo los extranjeros valoran nuestro cielo y nuestro clima.
-La verdad es que si. Es día es precioso.
- Muy lindo. ¡Jum!
¡Jum! Es una coletilla muy habitual en Jai. Viene a ser como la expresión ¡sabes! Ó ¡Aja! Ó ¡si! Ó ¡Ahh!...Una coletilla muy común en sus diálogos e intensas conversaciones. Sobre todo cuando rodean su ética.

De repente Jai empezó a sentir calor dentro de si. Un fuego inusual que lo quemaba por dentro. Algunas mariposas comenzaron a moverse en su interior. Por primera vez se sonrojó y para su sorpresa, para su sorpresa ¡Ella también! . Entonces, con sus mofletes blancos ligeramente enrojecidos, Jai dijo:

-¿Cómo te llamas?
- Virginia. ¿Y tú?
- Yo Jai.
- ¿Jai?
- Si. ¿Te gusta?
- Jai es raro.
- Ya. Pero es mi nombre y mis amigos me llaman Mister Jai.
- ¿Eres peligroso?
Los dos empezaron a reír conjugados. Al unísono; en fase; juntos. Cuando terminaron la emoción compartida y consumaron el gesto de empatía; Jai reinició el diálogo sonriendo alegre y despejado.

-¿A donde vas Viki?
- Voy de compras cerca de Ciudad Expo.
-¡Coño! Pues yo también.
-Entonces estamos juntos.
-Y vamos juntos.

Ya ríen juntos en lugar de sonreír separados. Están conectados. Están en fase, por decirlo de alguna manera. La charla continua hasta Puerta Jerez. Jai cede el paso, como buen caballero, a la morenaza de tal cuerpo serrano que quita el “sentio”.

-¿Qué piensas comprarte con tanta prisa?
- Pues un móvil. El que tengo me esta dando problemas.
- Concho pues yo también voy buscando lo mismo.

Una mirada frontal sin amenaza los hace unirse. Porque se convierte rápidamente en una mirada de empatía total. Siguen mirándose durante unos cuantos segundos y ninguno se corta interrumpiendo el enlace visual, unión amparada en un cúmulo de anécdotas y la casualidad. Pasan dos segundos más. El coge su mano y ella; ella se deja. En otras condiciones Jai se habría cortado un poco pero hoy, sin saber porque, ¡Hoy es su día! Y sin cortarse ni soltar una de sus muletillas de inseguridad le expresa sinceramente a ella.

-Eres muy linda, y esto. Esto también lo es.
-Si –Risueña y moviendo su dedo gordo sobre la mano que le acabada de coger y ella aceptar-.
-Que móvil estas buscando.
-Pues me han hablado muy bien, por calidad precio, del Hvesubio.
-¡Coño! El mismo que yo busco.
-¿En serio?
- Que si. Que si.
- ¡Venga ya! Esto parece una broma.
- Que va. Que va. De “verdá” de la pura.

Comienzan a tener agujetas de tanto reír. Jai, que no está acostumbrado por el estrés de su trabajo, siente molestias en las mejillas y comienza a lagrimear un poco. Han llegado al acceso del metro. Bajan la gris escalinata de Puerta de Jerez, y dejan encima suyo la cartela blanca y verde que dicta: M e t r o. Entran en el agujero. Ambos disponen de la tarjeta del consorcio. Él pica dos veces; pica por ella. Ella, sin soltar palabra, se lo agradece con la mirada.

-¿Has cogido el metro alguna vez desde aquí?
-Que va ¿Y tú?
- Pues…pues yo tampoco.

Se sueltan la mano unos instantes gigantescos del espacio y del tiempo. Aún estando tan cerca no pueden creerlo. Son demasiadas coincidencias. Demasiadas.

-Pues esta estación esta abierta desde hace dos meses.
-Pero es que esta es la primera vez que lo cojo. Tanto el tranvía, como el metro.
Los dos se asustan un momento. Demasiadas coincidencias. Ella, algo cortada, toma la palabra:
-Yo pensaba que esto sucedía solamente en las películas.
-Sabes…Estas coincidencias me recuerdan una teoría de un amigo mío.
-Pues sabes que te digo…
- ¿Si? (Dice Jai pensando que se va a acabar el momento mágico)
- Que voy a aprovechar este momento contigo. Aunque sea raro.
- Me alegro.

Y en esto llega el metro al andén, se abren las puertas antisuicidas y después las del vehículo oruga. En cuanto se cierran las puertas el metro arranca y adquiere tal velocidad, respecto al tranvía, que se asustan un poco.

-¡Coño! Como tira esto.- Desde luego.

Y ella coge la mano a Jai. Ella toma la iniciativa. Embobados y embelesados no se dan cuenta de que han llegado a su destino. Ya están en la parada de Ciudad Expo, muy próxima a la tienda de marras donde piensan adquirir la máquina llamada Hvesubio. No entienden como ha sucedido pero subieron, se sentaron, ella cogió su mano y, para su extraña sorpresa, han llegado. Y van juntos hasta el centro comercial. Van juntos de la mano. Llegan a la tienda y esta hasta la bola de gente. Jai no puede soportar la tentación de tomarse una primera cerveza.

-¿Una cervecita antes de entrar en la tienda?
-¡Venga! Pago yo. Te lo debo.

Sonriendo se sientan decididos en dos taburetes libres que quedan en la barra. Ella no hace ni el amago de sentarse fuera, en las típicas sillas de plástico alrededor de una mesa metálica y cuadrada. Ninguno discute la opción, les encanta la barra. Charlan, charlan y charlan; y mientras lo hacen sus manos se cruzan, se recruzan y vuelven a cruzarse. Se hacen, en ciertos momentos, una entidad de cuarenta dedos divididos entre uno; un uno dual que son ellos.
Los pelos de las espalda de Jai, que es peludo, se le ponen de punta y se relajan cada cierto ciclo imprevisible; Los dedos meñiques de ella comienzan a temblar debajo de los zapatos de piel a un ritmo que ni ella puede controlar; y en cada movimiento la planta de los pies se le excita. Sé que es muy raro, pero Virginia es así; una mujer extraordinaria y guapa.
Sin saber como ni porque en un instante indeterminado del tiempo ella se acerca a los labios de Jai; y empiezan a besarse con profundidad y franqueza. Besos francos con profundidad de lengua activa y móvil. Besos de tuerca, besos de tornillo (con salsa o sin salsa), besos profundos, besos rosas y besos amarillos. Besos intensos y decididos. Descansan un momento para respirar.

-¿Cuántas cervezas llevamos?
- Creo que cuatro cada uno.

Miran el reloj un momento y observan su dictamen irreversible: una y cuarenta y cinco. Se miran con ligereza y piden la cuenta.

-¡Que nos cierran la tienda!

Salen corriendo hacia la tienda de móviles. En su momento romántico, a que negarlo, el tiempo se había evaporado por entero. En consecuencia llegan corriendo a la tienda, prácticamente a la velocidad de la luz, y tras saludar en un cuarto de segundo llega la pregunta del millón:

-¿Tienen el móvil Hvesubio?

Y la respuesta es contundente:

- No. Acabamos de vender el último hace un momento. El martes nos llegan cincuenta unidades más.
-¿Qué hacemos? –Pregunta Viki-
-No puedo esperar ¿Y tu?
- Sinceramente me gustaría llevarme el nuevo celular a casa. La batería del mío esta fuera de combate. (Responde Viki con sinceridad)

Visto lo visto Jai pregunta al vendedor; con toda la simpatía y educación posible que sabe administrar cuando pregunta:

-¿Dónde podemos encontrar al menos uno?
-Hay un almacén grande a unos dos minutos en coche.
-Hemos venido en el metro.
-Ah. Entonces andando están a unos quince minutos. Sigan la avenida principal en dirección Sevilla. Cuando lleguen a una rotonda gigantesca cojan la primera a la derecha. Esa misma avenida deja a la izquierda el centro comercial.
- Gracias.
– Expresan los dos a la vez-
- ¿Vamos?
- Venga.

Y comienzan a caminar hacia Sevilla. Ella coge sus manos después de ponerse a su derecha. Jai no puede contemplar como se expresan sus glúteos con el viento, con el aire y con la música de sus tacones rugiendo contra los adoquines grises. Jai se lo imagina al escuchar el taconeo y pide a Virginia que se adelante para observarla.
Ella accede sin tapujos y él, en contra de todo pronostico o previsión, observa con intensidad y hace algo que no habría hecho ni en su imaginación. Jai improvisa, después de eternos segundos de observación, y se tumba en el suelo haciéndose el desmayado. Simula una pérdida de conciencia porque no puede soportar el peso de tanta oscilación. ¡Es imposible!
La morenaza se acerca a él, lo coge de las manos y se sube encima. Cubre con su melena su cara. El pelo largo de Virginia lo ciega, y al segundo lo recoge en un moño lateral mediante una gomilla que, aparentemente, ha sacado de la nada.
Así pues ella se hace un moño a la izquierda de su impresionante y deslumbrante rostro.Jai no puede creerse la escena.
Él tumbado en la acera de adoquines y una mujer impresionante encima de él a las dos de la tarde. A las dos del medio día de un día extraño en que decidió coger el metro para comprar fuera del centro de Sevilla.
A Jai no se le habría ocurrido esta fantasía ni este orden de cosas y acontecimientos. La realidad supera la ficción.Con ella encima y el abajo; Virginia le habla al oído, al lóbulo derecho de Jaime, habla suave:

-¿Qué tal? Te gusta esta improvisación.
- Siiiii. ¿No me va a gustar?
- Como nos entretengamos más nos cierran la tienda otra vez.
- ¿Otra vez?

Ríen de nuevo porque, con franqueza, es lo mejor y más optimista que pueden hacer, después de los juegos en la acera. Juegos tumbados en la acera emulando la horizontalidad en lo vertical y al contrario.
Se incorporan y siguen caminando cogidos de la mano. En esta ocasión ella a la izquierda y él, él, a la derecha. Y cogidos de la mano llegan al hipermercado. Compran los terminales móviles o artefactos de comunicación distante. La vendedora les dicta:

-Esperen a la descarga de la batería antes de la primera recarga.
- Vale. Vale.Gracias.

Salen del hipermercado y ella le propone otra cervecita con una tapa.

-Por supuesto. Es hora de comer.
-Eso.
-¿Pero?
-¿Si?
- No prefieres otro sitio.
- No soy muy exigente.
- Pero…Bueno…Vale
- ¿Y tanta duda? ¿A que se debe?
- Te explico. Pensaba en un Restaurante Argentino. Pero está lejos.
- Otro día Jai. Otro día. Ahora Jai. Ahora es el presente.
- Cierto Viki. El presente.
- Pues a tapear.

Jai decide soltarse un segundo de Virginia, patinar deslizando sus pies sobre el suelo encerado y girarse diciendo con carácter de presentador:
¡A tapear! ¡El día de la tapa!
Entran en el centro comercial anejo al hipermercado. Comienzan a buscar un lugar de reposición apañao. Virginia decide dinámica interrumpir un momento la búsqueda:
-Espera un momento. Espera.

Y le pega un beso de pegamento Epoxi. Sus labios quedan adheridos, sujetos y firmemente conjugados. Jai respira un momento y habla entrecortado y con un rostro feliz y relajado.

- ¿Una hamburguesa y terminamos pronto?
- Hummm. Prefiero tapa y cerveza.
- Mira. Pues aquí mismo.
- “Paentro”

Charlan de nuevo conectados con empatía casi telepática. Charlan. Ella habla de su trabajo por encima, y él también. Descubren que los dos son economistas. También que trabajan en el centro. Él cerca de Plaza Nueva y ella cerca de Plaza Encarnación. Se miran y gritan sincronizados:

-¡Nueva Encarnación!

Ríen con intensidad porque han dicho lo mismo a la par y eso, y eso no era tan fácil. Las carcajadas inundan el bar con sus vasos, sus platos, sus eléctricos artefactos…El tiempo se disipa de tal manera que sin darse cuenta, en su empatía revuelta, erótica y natural cuando se percatan son las siete de la tarde. Han terminado de tapear hace un buen rato y han perdido la cuenta del número de cervezas. Si recuerdan haber ido unas cuantas veces al aseo a miccionar.
Y recuerdan que no se han cansado de besarse. Jai, mentalmente ubicado en el paraíso, se expresa con cierta dificultad. Una dificultad al límite de la borrachera pero sin tenerla.

-¿Vamos a casa?
- Venga. Hipp. Wenga. Y ya no más cerveza.
- Vale. Ahora champán.

Y a carcajada batiente caen de los taburetes. El porrazo es impresionante. Caen juntos y de mala manera. Y se quedan en el suelo mientras les ayuda el servicio.

-¿Se encuentran bien?- Si. Hippp. Muy bien.

Jai se incorpora y nota su camisa algo manchada.

-Hufff. Alguien esta sangrando un poco.
- Si. Es usted. Tiene una pequeña brecha en la ceja.
- Ufff. Es verdad. Pues no que parece que me han pegado.

Y virginia inevitablemente expresa con soltura intensa:

- ¿Te he pegado yo?- Hummm. …Si.

Ríen de nuevo aunque sea redundante decirlo. Se lo están pasando tan bien que no dejan de reírse de sí mismos ni del mundo. Aunque el etanol esté un poco alto. Y, a que negarlo, las hormonas también.

-Tenemos botiquín. Le curaré la herida. – Expresa la encargada del turno-
-Gracias…

Diez minutos después están rumbo al metro. Ya no van cogidos de la mano sino enganchados entre caderas por una parte y las manos entrelazadas por otra. Como se caigan de nuevo la torta va a ser de órdago porque van caminando agarrados por todas partes y un poco ebrios. Jai lleva una ceja completamente cubierta por una gran tirita.

-Hufff. Que lejos está el metro.
-No pasa nada. Se nos va bajando la pea. Hippp.

Veinte minutos después están picando a distancia con la tarjeta del consorcio que, en esta ocasión, usa ella. Ya en el andén Virginia lo mira un momento y le grita.

-Ahhhh. ¡Voy a suicidarme!

Chocando de bruces con el cristal con el gran error de no haber calculado bien la velocidad. En consecuencia inevitable rebota contra el vidrio y cae de bruces al suelo. Jai intenta recogerla. Recoger su humillación.

-¿Estas bien? – Expresa cariñoso Jai-.
- Si. Estoy bien. Avergonzada pero bien.

Y se pone de un rojo semáforo que afecta a todo su rostro. El gusano tarda poco en llegar, acceden a él algo doloridos después de los últimos impactos y se sientan juntos. Bueno, ella se pone encima de Jai durante todo el camino y coge sus manos como si fuesen reposa brazos. Cruzan los dedos y quedan en silencio todo el recorrido. El besa su espalda y nota que no lleva sujetador. Dentro de sí dicta asustado:

- #No me había dado cuenta #

Y no puede evitar cierta erección que ella nota y no comenta como algo inadecuado. Así llegan a la parada de Puerta Jerez. Después de pasar sentados: Cavaleri, San Juan Alto, San Juan Bajo, Blas Infante, Parque de los Príncipes, Plaza Cuba y Puerta Jerez. Llegan los dos calentitos porque Jai no puede notar que ella esta mojada. Salen al exterior dentro de ellos mismos y Jai pregunta a Virginia:

- ¿Cogemos el tranvía?
- Si. Ya hemos andado bastante por hoy.
- Venga.

En su situación actual llegan al andén del Tranvía de Puerta Jerez. Ella se pone detrás de él y presiona sus piernas y brazos sobre Jai, haciéndose los dos un solo ente con tanta superficie de contacto.
Cuando el tranvía se aproxima parece que flota y es de color dorado. Es dorado el anden, dorado el metrocentro, dorados los carteles, doradas las aceras, doradas las personas próximas y dorados, dorados y adorables ellos.
Conjugados entre y sin hacer daño a nadie, disfrutan de su unión mental y física. Son una entidad y lo aplican en el apartamento que ella tiene en el centro.
Practican los números durante toda la tarde-noche y en todas sus variaciones: tres por tres, cuatro por cuatro, seis por seis, siete por siete ;y el sesenta y nueve.
El día ha sido completo y el día. El día ha sido dorado. El metrocentro ha sido una joya para Jai y Virginia. No se podían imaginar lo que este entorno mágico ha hecho; ni las extrañas posibilidades que ha ofrecido.
Constantino Carenado.

Estacion de Blas Infante


Blas Infante es la primera (o última) estación de la Línea 1 del metro dentro del término municipal de Sevilla, está situada en la Avenida de Blas Infante, pasando el Parque de los Príncipes.

Esta estación marca la frontera para los conocidos "saltos" del metro por los que cambia la tarifa del metro en función de adónde se dirige el viajero.

La estación de Blas Infante del Metro de Sevilla esta semisoterrada y tiene una boca de acceso. Consta de vestíbulo en superficie y andén subterráneo con iluminación natural.

La estación de Blas Infante, tiene una tipología y distribución espacial similar a la de Cocheras.

Dirección
Av. de Blas Infante, s/n (junto al Parque de los Príncipes).

Otras conexiones 
Paradas de autobuses urbanos.
Paradas de autobuses interurbanos.
Carril-bici y aparcamiento para bicicletas.

Otros datos de interés 
Proximidad a los aparcamientos del recinto ferial (Feria de Abril).
Proximidad a Jefatura Provincial de Policía Nacional.

Callejero metro Estación de Blas Infante (Sevilla)

Imágenes:



Estacion Parque de los Principes


Parque de los Príncipes es una estación de la Línea 1 situada al comienzo de la Avenida de República Argentina, junto a la Glorieta de la República Dominicana.

La estación de Parque de los Príncipes del Metro de Sevilla tiene una boca de acceso, en la acera de los números impares situada en el cruce de República Argentina con la calle Virgen de África. Consta de dos amplios vestíbulos diferenciados.

Tiene ascensores exteriores e interiores para personas con movilidad reducida, andén central, escaleras mecánicas, venta de billetes manual y automática y sistema de evacuación de emergencia.

La estación de Parque de los Príncipes, al igual que todas las construidas, tiene un diseño abierto, espacioso y luminoso. El primer vestíbulo cuenta con lucernarios que permiten la entrada de luz natural.

Dirección:
Avda. República Argentina, intersección con Virgen de África - Virgen de Fátima.

Otras conexiones 
Parada de autobuses urbanos (Líneas 5, 6, 46 y C2)
Parada de autobuses interurbanos.
Aparcamiento de bicicletas.

Otros datos de interés 
Proximidad al recinto de la Feria de Abril.
Proximidad al parque de los Príncipes.
Proximidad a Escuela Politécnica de Sevilla.

Callejero metro Estación de Parque de los Príncipes:

Imágenes:


El metro se desborda en feria

El metro se desborda ante la masiva afluencia de feriantes

El metro se ha visto colapsado en la tarde de hoy, debido a la afluencia de usuarios que han optado por el nuevo transporte público para acudir y volver del recinto ferial. En concreto, las estaciones que se han visto más afectadas han sido las de Plaza de Cuba y la del Parque de los Príncipes, donde la cola de gente desbordaba la propia estación, teniendo que realizar la espera en plena calle.

El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, indicó hoy que esta es "una feria que tiene una característica principal", resaltando como "novedad extraordinaria, el éxito del transporte público". Según indicó el alcalde en rueda de prensa, "el metro y el autobús no compiten entre sí, sino que le van ganando la batalla al vehículo privado que tantas dificultades da en lugares y en momentos como la celebración de la Feria de abril y otros momentos de aglomeración de personas".

Asimismo, indicó que aunque era previsible este "éxito", "ya tenemos los primeros datos" que indican que hay menos congestión, aunque "todavía hay alguna", pero en las horas punta, donde se registraría mayor intensidad del tráfico, el alcalde indicó que ahora lo podrán "resolver mejor con los nuevos medios de transporte y con la puesta en valor de lo que significa el transporte colectivo frente al transporte puramente individual".

En concreto, la novedad principal este año, el metro, ha registrado el récord de viajeros transportados desde su puesta en marcha, con casi 70.000 usuarios, coincidiendo con el inicio de la Feria de Abril.

Según informa un comunicado de Ferrocarriles de la Junta de Andalucía, la franja horaria en la que se concentró el mayor número de viajeros fue entre las 20:30 de ayer y las 01:30 horas de hoy, con casi 30.000 usuarios.

Un total de 69.849 usuarios utilizaron este nuevo sistema de transportes desde la tarde de ayer y hasta las 8 de la mañana de hoy, con lo que el volumen de pasajeros acumulados desde la inauguración del ferrocarril metropolitano asciende a 928.970 usuarios.

Hasta la fecha, la cifra más alta de viajeros transportados se había alcanzado el Domingo de Ramos, con 61.535 usuarios, jornada no laborable en la que el servicio concluía a las 2:00 horas de la madrugada con motivo de los servicios especiales de Semana Santa.

Metro de Sevilla transportó 52.690 viajeros entre el Jueves Santo y la madrugá frente a los casi 70.000 usuarios de ayer. Las estaciones que registraron en las últimas horas una mayor afluencia de viajeros fueron Plaza de Cuba, con 11.600 usuarios; Parque de los Príncipes, con 9.436 usuarios, y Blas Infante, con 7.749 usuarios.

Hubo una mayor fluidez en los accesos a los andenes, lo que contribuyó a agilizar el tránsito de los usuarios en las estaciones, debido en gran medida a que la mayoría de los viajeros portaban su billete o título de viaje ya recargado, explica la nota.

Asimismo, Metro de Sevilla ha incorporado siete nuevas máquinas expendedoras en las estaciones de Prado de San Sebastián, Plaza de Cuba, Parque de los Príncipes, Ciudad Expo y Condequinto. Para atender la demanda en las horas punta, Metro de Sevilla empleó 15 trenes para la explotación comercial hasta las 11:30 de la noche; un total de 14 trenes desde esa hora y hasta las 01:00 de la madrugada; 12 unidades entre las 01:00 horas y las 7:00 horas, y 14 trenes a partir de esta última hora.

Metro de Sevilla transportó 52.690 viajeros entre el Jueves Santo y la madrugá frente a los casi 70.000 usuarios de ayer.

La única incidencia fue la parada momentánea de un tren que había salido de la Estación Blas Infante a las 5:45 horas de la mañana con destino a San Juan Bajo, debido a que un grupo de pasajeros que iba en dicha unidad accionó el pulsador de emergencias, lo que provocó que el tren se frenara una vez abandonada esta estación, y no volviera a emprender la marcha hasta 15 minutos después. El citado grupo accionó también la apertura de las puertas de la unidad y se desplazaron por las vías, lo que obligó a parar la circulación por motivos de seguridad durante esos quince minutos.

Fuente: ABC

sábado, 25 de abril de 2009

Metro de Sevilla emite facturas ilegales


Metro de Sevilla emite facturas ilegales en la venta de billetes y bonos 

Los usuarios de Metro de Sevilla han recibido una facturación irregular de los distintos títulos de viaje puestos a su disposición para utilizar el nuevo medio de transporte con que cuenta la ciudad. Según pudo confirmar ABC, las facturas que emiten las máquinas expendedoras presentan irregularidades y no se ajustan a la legalidad vigente sobre obligaciones de facturación.

La sociedad que gestiona el servicio —Metro de Sevilla Sociedad Concesionaria de la Junta de Andalucía— ofrece distintos títulos de viaje según las necesidades y edades de los usuarios, uno de ellos es el «Bonometro», un soporte recargable para ser utilizado exclusivamente en el Metro, sin transbordo a vehículos de Tussam o autobús metropolitano. Al ser expendida la tarjeta, la máquina situada en el vestíbulo de una de las estaciones da opción al usuario a solicitar una factura. El tique está encabezado por Metro de Sevilla, que no corresponde a razón social alguna, e incluye número de factura, fecha y hora de la compra. A continuación se especifica el tipo de título y el precio del mismo.

La pretendida factura sí incluye más abajo el nombre de la empresa, con su dirección y número identificación fiscal o CIF, además de otro dato numérico que denomina FUC. Pero la sorpresa es que estos datos no son reales.

Es decir, «Metropolitano de Sevilla», la empresa que aparece en la factura no existe en ninguno de los registros del país que han sido consultados. Tampoco la calle Tetrett, supuesto domicilio fiscal, figura en ninguno de los callejeros de ciudades o pueblos de España, con lo que es imposible que haya un número 520 como aparece en el recibo. 

El código postal —28047— corresponde a la localidad de La Acebeda en Madrid, donde dice la factura que tendría la sede Metropolitano de Sevilla. Pero se trata de un pueblo de la sierra de Somosierra en Madrid, en el que están empadronados 57 habitantes, según los datos del Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid correspondientes a 2008.

Aunque en otras facturas de la sociedad concesionaria no se adjunta el número de CIF, en la del Bonometro sí figura. Lo único, es que la sucesión de números seguidos de una letra que aparece tras la denominación CIF nunca podría ser tal, ya que un CIF siempre debe empezar por una letra y en este caso empieza por un número.

Según indicaron a los consumidores fuentes del departamento de administración de Metro de Sevilla Sociedad Concesionaria de la Junta de Andalucía, nombre real de la empresa que explota la Línea 1 en Sevilla, allí se desconoce por qué aparecen en las facturas del Bonometro la dirección de una empresa inexistente con un nombre —Metropolitano Sevilla— que lleva a confundirla con la gestora del Metro.

Empleados de Metro de Sevilla reconocieron a los usuarios que no existe la empresa que figura en el recibo, ni tampoco el CIF y se ofrecieron a facilitar una nueva factura a los afectados, ya que el recibo del título de viaje que compraron no les es válido a ningún efecto y no les sirve para repercutírselo a su empresa y obtener de ella un abono.

ABC realizó otra comprobación en un título de viaje diferente, en esta ocasión un billete Univiaje Metro, con un precio de 1,30 euros para la zona céntrica, la más barata. Al adquirir este billete, ABC obtuvo un recibo en el que no se hace constar el número de identificación fiscal de la empresa, preceptivo en toda factura. Sí figuran tanto el número, como la fecha y hora de expedición. También consta el tipo de título y el precio del mismo. Aparte del encabezamiento donde se lee Metro de Sevilla y la leyenda de «Muchas gracias» al final, no hay nada más en el recibo.

El Reglamento que regula las obligaciones de facturación obliga a incluir también en todo comprobante el nombre y apellidos, razón y denominación social completa del que expide este comprobante, la empresa que gestiona el Metro, en este caso. Sin embargo y pese a que el mismo tique que Metro de Sevilla facilita por el billete univiaje se autodefine como «factura/recibo», en él no viene ni el nombre completo de la adjudicataria y ni tampoco el número del CIF.

Fuentes jurídicas consultadas por ABC, señalaron que tanto la ausencia de datos como el CIF en una factura, o la inclusión en la misma de elementos falsos o inexistentes, como ocurre en el caso antes citado del Bonometro hacen que estos recibos no se ajusten a la ley.

Por contra, las facturas expendidas al comprar un bono del Consorcio sí adjuntan el número de CIF que aparece en el título de viaje.

Autor: A. ESTRELLA YÁÑEZ. 
Fuente: ABC

viernes, 24 de abril de 2009

El metro interrumpe su servicio varias horas

El metro interrumpe su servicio varias horas en el tramo de Condequinto por dos averías consecutivas

La primera línea del metro de Sevilla ha sufrido hoy la avería de dos de sus trenes por "contagio" en sus sistemas de alimentación, lo que ha motivado que el tráfico de convoyes haya sido suspendido totalmente primero en el tramo comprendido entre las estaciones de Blas Infante y Nervión entre las 12,45 horas y las 13,15 horas y después en todo el recorrido desde la estación Primero de Mayo hasta Condequinto entre las 15,30 horas y las 21,20 horas con motivo de la operación orquestada para recuperar un tren varado ante los talleres de la infraestructura.

Fuentes de la Consejería de Obras Públicas y Transportes informaron a Europa Press de que la incidencia comenzó a las 12,45 horas, cuando una unidad que había partido desde la estación de Ciudad Expo, en Mairena del Aljarafe, detectó una anomalía mientras circulaba por la vía uno, por lo que cuando hizo escala en la estación Cavaleri se ordenó el desalojo de todos los pasajeros en esta estación y el tren emprendió la marcha vacío hasta las cocheras.

En torno a las 13,15 horas, en el tramo comprendido entre las estaciones de Blas Infante y Parque de los Príncipes, el tren se detuvo y una segunda unidad partió también desde Ciudad Expo para remolcar al tren averiado. El convoy de ambas unidades estaba ya alcanzando las cocheras y talleres del metro cuando se habría producido un "contagio" entre los sistemas de alimentación del tren y entre las 13,30 horas y las 13,45 horas, la unidad que remolcaba a la primera quedó también averiada. A las 14,00 horas, el tren que había quedado inicialmente averiado accedió por sus propios medios a los talleres mientras la unidad que actuaba como remolque quedaba varada en la vía uno.

Como consecuencia de las incidencias, el servicio quedó interrumpido totalmente entre las 12,45 horas y las 13,15 horas en el tramo comprendido entre las estaciones de Blas Infante y Nervión y a raíz de la segunda incidencia, en torno a las 13,30 horas, se estableció un servicio desde Ciudad Expo hasta la estación Primero de Mayo por ambas vías y desde la estación Primero de Mayo hasta la de Condequinto se habilitó un servicio "reducido" por la vía 2 de ida y vuelta dada la hora punta que se registraba, pues en la vía uno se situaba la unidad averiada y era necesaria para su recuperación.

A partir de las 15,30 horas, ya en hora valle, fue necesaria la ocupación de ambas vías de este tramo para la operación de recuperación de la unidad averiada, por lo que el metro funcionaba con normalidad desde Ciudad Expo a Primero de Mayo pero desde esta estación hasta Condequinto el servicio quedó interrumpido totalmente hasta que a partir de las 21,20 horas se restituyó el tráfico de convoyes tras la recuperación de la unidad averiada

Fuente: Europa Press